miércoles, 12 de enero de 2011

Más allá de un simple rey (Act.3)





Jorge VII siempre estuvo acomplejado
por su tartamudez
Bertie es el duque de York en la Inglaterra de los años 30: desconocido, tímido y a la sombra de su autoritario padre, el rey de Inglaterra y su juerguista hermano. Aún no se ha inventado la televisión por lo que nobles y políticos han de desarrollar imponentes voces para ser escuchados por el pueblo pero Bertie es tartamudo, lo que provoca que muchas personalidades públicas se rían de él y cometan continuamente faltas de repeto hacia su persona, no se le toma en serio.  En un primer momento, cuando debido a la abdicación de su hermano Eduardo VIII, quien rechaza el puesto de monarca debido a su relación con  Wallis Simpson, una mujer casada,  comprende que se convertirá en el rey de Gran Bretaña, ya que es el próximo en la línea sucesoria, pero siente miedo hacia aquel hecho porque se siente muy acomplejado en la vida pública por su tartamudez. Su mujer, no quiere que su marido se convierta en rey puesto que sabe que conllevará un gran compromiso hacia su nación y un gran sacrificio para sus dos hijas, ya que no podrán disfrutar de una vida normal como otras niñas y en caso de guerra, serán blancos fáciles, disminuyendo así su libertad, pero termina aceptando la imposibilidad de cambiar de futuro. Bertie, a su vez, tras asistir a nultitus de médicos, logopedas...y estar a punto de desistir, se muestra reacio a ser tratado puesto que considera su defecto en el habla como una deshonra, ya que toda su vida ha estado recibiendo insultos y burlas de su hermano y su padre y recibió una estricta educación, pero toma la decisión de asistir al experto en trastornos del habla Lionel Logue, un inmigrante australiano de origen humilde sin estudios que ayudaba a los soldados australianos a recuperar su habla durante la I Guerra Mundial. Éste, mediante métodos peculiares, saltándose todas las normas del protocolo y creando un ambiente cercano y familiar  hacia el rey ya que debido a su fuerte carácter opta por la lejanía y un rechazo total para hablarle sobre su vida privada pero que al final termina cediendo, descubre que Bertie era un niño normal, pero estuvo sufriendo maltratos durante tres años cuando era pequeño por parte de su niñera, hecho que le dejó traumatizado y provocó su tartamudez. En sus apariciones públicas, Bertie, que ha adoptado el nombre de Jorge VI, comienza a recuperar la confiaza en sí mismo y va progresando en sus valoraciones por la opinión pública gracias al tratamiento de Logue y el descubrimiento de sus aparentemente inexistentes virtudes, pero un gran sector de la población sigue prefiriendo a su hermano Eduardo, debido a la gran popularidad que tiene. Finalmente, cuando Jorge ha de dar el discurso final de apoyo a la población británica días antes de que estalle la II Guerra Mundial, su pueblo queda sorprendido por la seriedad y claridad (talante) que demuestra el rey, quien perdido y acomplejado al principio, gracias a su fuerza de voluntad y su compromisos y sacrificios con la nación, logra sacar a su país adelante.
Lionel Logue conseguirá que "Bertie"
recupere la autoconfianza

Además, Lionel y él se harán amigos hasta el resto de sus vidas y el rey le considerará siempre su mano derecha y el verdadero salvador de su país.


 

Tráiler oficial de El Discurso del rey